9 abr 2016

COMENTARIO DE ALDO ORTIZ PARDO. "Atacama y el Cerco Comunicacional del Centralismo"

Sábado 09 de Abril de 2016.- No es para nadie - de Atacama - desconocida la maniobra que ha ejecutado el centralismo comunicacional, incluyendo sus sucursales en la Región, de pretender criminalizar, caricaturizar o “bonificar” reiteradamente el Movimiento espontáneo que surgió en las gargantas y corazones de los funcionarios públicos de Atacama exigiendo al Gobierno un Nuevo Trato para la Región. Pero un Nuevo Trato que se cumpla y que no sean sólo remanentes de la ejecución de proyectos oficiales y que por instrucciones del Supremo Gobierno tengan que usar la expresión “Nuevo Trato para Atacama” en la esquina superior izquierda de los Comunicados de Prensa. Esa táctica es tan vieja como estéril.

El Nuevo Trato para Atacama es una cuestión que va mucho más allá de un estipendio monetario - que gracias a leyes decimonónicas - nunca tendremos acceso los trabajadores a honorarios. Pero aún así, nuestra claridad de mente nos permite entender que es un conflicto en donde está en juego una vez más la dignidad de una Región aplastada, saqueada, destruída, inundada por un aluvión y abandonada por un Gobierno que al no tener más recursos que profitar de ella, resuelve decir “no saber qué más hacer con Atacama”. Pero el Nuevo Trato en sí es parte de cuestionamientos que no haré en este comentario. Lo de ahora, es explicar el concepto de “cerco comunicacional”.

Los medios de comunicación de Santiago - y sus sucursales aquí en la zona, como el medio estatal y el diario de Agustín Edwards - permanentemente han señalado en sus titulares “Bono Atacama”, “Conflicto por pago de Bono”... pretendiendo con ello el poner a la gente contra la manifestación o contra el movimiento. Créanme, que por un momento, las redes sociales se volcaron en inmisericorde masa en criticar al movimiento de los trabajadores públicos, pero tras cambiar el chip y empezar a hablar y socializar el verdadero trasfondo, como lo es el “Nuevo Trato”, la gente lo supo entender y comprender. Permitimos hacer que la gente pensara y analizara, algo que para estos dos medios, es algo impensable proveniendo de algo tan apartado de su Santiago querido como una zona perdida en el norte llamada Atacama. 

Se quedaron sólos, sin argumentos, y con la tacha de “mentirosos” que no les pusimos nosotros, ni los dirigentes, sino la masa, el pueblo, esa cosa informe que ellos decían informar. El centralismo y sus leales esbirros perdían así la batalla informativa en la zona del conflicto. Chañaral, Diego de Almagro, Caldera, Copiapó, Vallenar.... Atacama entero hablaba un mismo idioma y empatizaba con el movimiento, desplazando a la derecha y la izquierda políticas a un segundo plano y a sus medios de comunicación sirvientes a un tercerísimo tercer plano. La discusión ya estaba planteada en Atacama. Pero tras casi 40 días en movilización, había una ciudad que es la que genera las noticias en desmedro de todo Chile. Me refiero a Santiago de la Nueva Extremadura, o “Santiago de Chile” a secas. La cual, actuando cual zona feudal o capital de reino, ha sido capaz de cegar la atención de miles y miles de chilenos desinformando y contrainformando.

Muchos de quienes están formando parte del cerco informativo miran a las gentes que se desmayan manifestándose y farfullan burlonamente, “ya tienen lo que quieren. Querían pantalla, querían páginas en los diarios, querían entrevistas en las radios nacionales”. Sólo los miro y siento pena por su burla hiriente, por su incomprensión sarcástica, por su corazón más endurecido que el alma de aquellos que un día dijeron ser representantes de un “Chile de Todos” y que la verdad resultó ser un “Chile de unos pocos afortunados”. Para ellos y su burla no hay cuestionamiento. El Sanedrín comunicacional los protege y ampara. Y ese mismo Sanedrín mira con beneplácito cómo los pocos que libramos la guerra por informar flaqueamos al no encontrar ni ayuda ni apoyo, ni siquiera en la misma zona.

Santiago ya emitió su veredicto. Otro Sanedrín y su Lideresa han condenado al olvido mediático a una zona llena de hombres y mujeres valientes, que luchan por lo justo no por ellos, sino por los que vendrán. Olvido mediático que se vio reflejado patéticamente ayer, donde una marcha de 1.000 trabajadores públicos no fue más “atractivamente informativo” que una manifestación de unos pocos y anacrónicos taxistas. Olvido mediático que no nombró el abuso de la autoridad al poner a Carabineros de Fuerzas Especiales contra gente pacífica, pero que no le tiembla la mano para acusar a Carabineros cuando atacan a los verdaderos violentistas, a los verdaderos enemigos de Chile. Para ellos sí hay Derechos Humanos, para Atacama, ni siquiera eso hay. Olvido mediático causado por una palabra que a Santiago y a sus esbirros les causa pavor, “Atacama”... No sea cosa que se repita lo de 1859 con la verdadera y única Revolución Constituyente y su altanería les explote en la cara. 

Atacama pone la mecha y la bomba. Santiago lentamente empieza a prender el fuego en la gente harta de promesas incumplidas. Y en La Moneda siguen escondidos, haciendo parecer que en el mal llamado “Chile de Todos” no pasa nada.

(Aldo Ortiz Pardo es Fundador y Propietario de Radioceleste Chile)



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