agosto 23, 2013
Viernes 23 de Agosto de 2013.- Ciertamente, el símbolo de los tiempos en una sociedad tan crédula ante la estupidez humana y tan descreída de la virtud es el de imponer rumores cada cierto tiempo. Una sociedad que da más valores a los culebrones televisivos que a las teorías irrefutables se alimenta de rumores y de superficialidades que van socavando los cimientos de lo que alguna vez fue una sociedad llena de ilusiones de grandeza pero que sólamente se llenaba de espejismos baratos y falsas vanaglorias.
En la Red Social se fue conociendo durante los últimos días que la archiconocida profecía del Fin del Mundo, debía cumplirse en estos días del mes de Agosto, llenando de temor a las mentes más débiles o a aquellas que dentro de sus limitantes sólo ven malas intenciones en la inocencia de los pocos inocentes que quedan, pareciendo estos últimos, parias y dignos de burla por estos "superlativos" humanos que sólo enfocan su desgracia en apocar la virtud y el desprendimiento de los demás. El Fin del Mundo, símbolo del tiempo que se vive, de una media verdad. De la virtud que es pecado y del pecado que se vuelve virtud. Del sarcasmo que se vuelve arte y del arte que se vuelve sólo una expresión de amargura o un escape mediocre de una realidad autoprovocada o de una autoflagelación contínuamente exasperante.
Fin de Mundo... una órden de mentes manipuladoras para quienes se dicen ser más inteligentes y son finalmente manipulados ??? El qué dirán ??? El cominillo social. La burla, la vergüenza, el desprecio se transforman en los valores más importantes de una sociedad que lentamente dentro de su alma se llena de la misma corrupción y huesos de muerto que hablan en la Biblia. El hogar de donde viven y provienen el lagarto y las arañas. La hipocresía perfecta, la huída magistral mientras en su perdición a toda velocidad llenan de cadáveres apestosos el camino que pisan. Pronto vamos a morir. Pronto vamos a padecer, pero no será ahora, le digo a los agoreros del desastre.
No será ahora, les digo a quienes crean rumores. A quienes viven del chisme. A quienes inventan noticias, o a quienes viven en función de lo que dice el resto. A todos ellos, les repito, NO MORIREMOS NI VENDRÁ FIN DE MUNDO ALGUNO. No habrá explosión planetaria ni desastre universal por el que no podamos ver a los hijos de nuestros hijos crecer y vivir. No habrá un David Koresh o un Antares de la Luz que vuelva de los Quintos Infiernos a buscar una secta de imbéciles débiles de cerebro para manipularlos a su antojo y luego matarlos en un suicidio ritual.
El Fin del Mundo vendrá cuando cada uno de nosotros pierda la inocencia y la virtud y la transforme en la pesadumbre de la desconfianza y la rutina de no pensar, de no cuestionar, de no discurrir. En fin, la discusión del Fin del Mundo se asocia a una mediocridad farisaica asumida por quienes sólo cogean en lugar de marchar y sólo se resignan a arrastrarse en el laberinto de tierra de su mente en vez de volar por los cielos abiertos.
(Por Aldo Ortiz Pardo, Director y Fundador de Radioceleste Chile)
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