Miércoles 17 de Diciembre de 2025.- Diciembre se inició con la conmemoración del Día Mundial del Sida, y es también el cierre de un año complejo. El Informe Mundial de ONUSIDA 2025, publicado a fines de noviembre, advierte que la crisis de financiamiento internacional generó su “revés más significativo en décadas”, con interrupciones graves en prevención, pruebas y tratamiento en países de ingresos bajos y medios.
La disminución de la asistencia sanitaria externa, entre un 30% y un 40% solo en 2025, según la OCDE, dejó al descubierto la fragilidad de los avances obtenidos. “La crisis de financiamiento ha puesto de manifiesto la fragilidad del progreso que tanto nos costó lograr”, señaló Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
El impacto ha sido profundo. Según los datos ONUSIDA, millones de personas perdieron acceso a PrEP, disminuyó la circuncisión médica masculina voluntaria para prevención y más del 60% de las organizaciones lideradas por mujeres suspendieron programas esenciales. También se registró un deterioro de derechos humanos, con más países penalizando la orientación sexual o la identidad de género.
Voces como AIDS Healthcare Foundation (AHF), la mayor organización global dedicada a la respuesta al VIH/Sida, presente en más de 50 países, incluido Chile desde 2018, alertan sobre la necesidad de fortalecer prevención, educación sexual y acceso a herramientas modernas. “El VIH no espera a que mejore el clima político ni financiero”, afirma Carlos Becerra, jefe de Programa AHF Chile. “Necesitamos reforzar la prevención combinada, asegurar acceso a PrEP y derribar las barreras que siguen afectando especialmente a jóvenes y poblaciones clave”, sostiene.
Innovaciones que abren una nueva etapa
Pese a los retrocesos, 2025 también dejó señales potentes de esperanza. La OMS aprobó el lenacapavir (LEN) como inyectable semestral para la prevención del VIH, una alternativa altamente eficaz para quienes enfrentan dificultades con la adherencia diaria a medicamentos. Países como Sudáfrica, Zimbabue y Zambia ya autorizaron su uso, y alianzas globales trabajan para que llegue a bajo costo a millones de personas.
“Tenemos nuevas y emocionantes herramientas con el potencial de cambiar la trayectoria de la epidemia”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, quien sostuvo que “ampliar su acceso debe ser prioridad número uno”.
Otro avance clave proviene de un estudio de la Universidad de California en San Francisco publicado en Nature el 1 de diciembre. Una combinación de inmunoterapias experimentales permitió que 7 de cada 10 participantes controlaran el virus sin tratamiento antirretroviral durante meses, una señal de que una futura cura funcional podría ser posible.
“Creo firmemente que estamos logrando avances reales hacia terapias que eviten la medicación de por vida”, explicó el investigador Steven Deeks.
Niños y adolescentes
UNICEF también presentó nuevos modelos que anticipan un riesgo severo: si la cobertura de programas se reduce a la mitad, 1,1 millones de niños adicionales podrían adquirir VIH y 820.000 podrían morir de aquí a 2040. Incluso a ritmo actual, las cifras siguen siendo alarmantes:
Las cifras en infancia y adolescencia también encendieron alertas. En 2024, 120.000 niños contrajeron VIH, mientras que 150.000 adolescentes de entre 15 y 19 años adquirieron el virus, de los cuales el 66% corresponde a mujeres. A esto se suma un dato especialmente crítico: sólo el 55% de los niños que viven con VIH recibe tratamiento, una brecha que amenaza con profundizar las desigualdades y comprometer los avances globales en salud pública. “La decisión es clara: invertir hoy o arriesgar décadas de progreso”, advirtió Anurita Bains, de UNICEF.
Año decisivo
Con 40,8 millones de personas viviendo con VIH en el mundo y la meta de poner fin al sida como amenaza de salud pública en 2030, la comunidad internacional advierte que la ventana de oportunidad sigue abierta, pero es más estrecha. “Podemos permitir que estos retrocesos deshagan décadas de logros, o podemos unirnos en torno a la visión de acabar con el sida”, señaló la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
En Chile, AHF coincide en que 2026 debe ser un año de fortalecimiento, no de retrocesos. La innovación avanza, la evidencia científica está disponible y las comunidades continúan siendo la columna vertebral de la respuesta. “El desafío no es la falta de herramientas, sino la falta de voluntad para usarlas con decisión y sin dejar a nadie fuera. Terminar con el sida requiere convicción, inversión y una mirada de derechos humanos que no se desdibuje con el tiempo”, reflexiona Carlos Becerra.
diciembre 17, 2025
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