mayo 17, 2020
Domingo 17 de Mayo de 2020.- Las Naciones Unidas consagran en este Día Internacional de las Telecomunicaciones e Internet como "el sensibilizar sobre las posibilidades que el uso de Internet y otras tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden ofrecer a las sociedades y a la economía; así como fomentar la necesidad de reducir la brecha digital".
Importante es conocer el empírico objetivo de la entidad supranacional en tiempos de paz, pero los albures nos han trasladado a otro momento, en donde el mundo lucha unido contra una feroz pandemia, y donde Chile en particular empezaba a recuperarse de las consecuencias económicas y laborales del "estallido social" en los meses finales del año pasado.
La verdad, es que Internet, de ser un lujo para unos pocos elegidos, pasó a convertirse en una primerísima primera necesidad. En donde los laberintos de la información y la contrainformación se chocan e intersectan, en donde verdades y medias verdades aparecen y se difuminan como el día y la noche. En donde la transparencia y la honestidad tienen que verse las caras con las teorías conspirativas que ensombrecen la razón y menguan el entendimiento.
Internet llega a todas partes, salvo en donde se aplica la censura al libre pensamiento. Pero por la posibilidad de portarla, se ha convertido en si misma en un MEDIO DE COMUNICACIÓN, algo que muchos de los antiguos teóricos de la comunicación - verdaderos dinosaurios con tribuna - negaron sistemáticamente durante mucho, pero mucho tiempo. Pero el tiempo en primera instancia, le dio la razón a los blogueros, luego a los usuarios de las nacientes redes sociales, después a quienes los tradicionales medios nos "jubilaron" (indiferente de la edad) para hacer nacer nuestros medios digitales, y luego dar paso a los "influencers", los que demostraron que la visión del sociólogo canadiense Marshall Mc Luhan y su "aldea global" estaba por el camino correcto y quedarse estancado en la visión romántica de los medios del aire o del papel, era el camino errado.
La transformación de la Internet - la misma que su creador, Tim Berners-Lee viera como una herramienta que aumentara las posibilidades de todos y que por desgracia algunos usan como herramienta de poder y dominación - hace que muchos la veamos como un monstruo que nunca deja de crecer, y que es necesario usar con responsabilidad en estos tiempos convulsos, de pandemias. En donde la verdad y la información se hacen más que necesarias y también se pide a gritos un control contra aquellos que, como infames Cottards en el célebre libro "La Peste", disfrutan viendo como un escenario como el actual se vuelve cada vez más complicado, y difunden conspiraciones espúreas nacidas desde el fondo de sus mentes y el vacío de sus corazones con la única misión de destruir.
Las comunicaciones en tiempos de pandemia deben de remitirnos al esfuerzo por tener esta gema en bruto llamada Internet, que nos permite estar con quien está más lejos en el momento en que lo quisiéramos tener más cerca. Pero que también nos permite informar a todos con un sólo fin, el DECIR, Y SER PORTADORES DE LA VERDAD.
Escrito por : Aldo Ortiz Pardo, Fundador y Editor de RCI Medios.
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