Martes 26 de Febrero de 2013.- La muerte del director Wolfgang Sawallisch representa el adiós a un músico de noble formación, a un artista de honrada sinceridad y a un maestro de franca comunicabilidad. Comenzó como correpetidor y acompañante en Augsburg, en 1947, donde se forjó como director de ópera y ballet. Poco después se convirtió en el más joven director general de música alemán al ser contratado en Aquisgrán (1953-58), desde donde pasó a Wiesbaden (1958-60) y Colonia (1960-63).
En el ámbito sinfónico fue titular de la Orquesta Sinfónica de Viena (1960-70), de la Orquesta Filarmónica de Hamburgo (1961-1973) y de la Suisse Romande (1973-80). También hizo apariciones regulares con la Orquesta de la NHK de Tokio, la Orquesta de París y la Filarmónica de Israel. Sin embargo, alcanzó un lugar de referencia como director de la Orquesta de Filadelfia (1993-03). Aunque había negociado suceder a Eugene Ormandy, su vinculación con la Ópera de Múnich le dio la oportunidad a Riccardo Muti a quien luego sustituyó. Efectivamente, su segunda gran labor fue como director musical de la Ópera Estatal de Baviera (1971-1992) donde alcanzó las 1.156 actuaciones, incluyendo todas las ópera de Strauss con la curiosa excepción de «El caballero de la rosa» por entonces una referencia para Carlos Kleiber.
En paralelo, las actividades pianísticas de Sawallisch estuvieron vinculadas a la música de cámara y a recitales junto a artistas como Elisabeth Schwarzkopf, Dietrich Fischer-Dieskau, Hermann Prey y Thomas Hampson. Desde 1957 colaboró en el llamado «nuevo Bayreuth» trabajando con Wieland y Wolfgang Wagner.
Desde la muerte de su esposa, en 1998, Sawallisch vivía retirado en su casa de Baviera. Su muerte a los 89 años es también el adiós a una manera de entender el oficio hoy poco frecuente.
(Informa : Diario ABC.es)
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