19 may 2020

LA "SANTITA" DE ATACAMA | Este 20 de Mayo Vallenar celebra a su Beata, Sor María Crescencia Pérez

Martes 19 de Mayo de 2020.- Este 20 de Mayo, se cumplen 88 años del fallecimiento de la religiosa Sor María Crescencia Pérez, que si bien es cierto, es de procedencia argentina, está muy arraigada en el espíritu y la comunidad de Vallenar, siendo la primera Beata de la zona y también de la Región de Atacama.

María Crescencia Pérez nació en el seno de una familia de creencias religiosas cristianas. Sus padres Agustín Pérez y Ema Rodríguez eran inmigrantes originarios de Galicia, España y se radicaron primero en la provincia argentina de Córdoba, donde se casaron en 1889, para luego emigrar por un corto período de tiempo a Montevideo, Uruguay debido a una escena política convulsionada. 

En Uruguay nacen cuatro hijos, dos de los cuales mueren al poco tiempo. La pareja regresa entonces a Argentina y tienen allí a María Angélica (llamada después "Crescencia")  y a sus hermanos Agustín, Aída, María Luisa y José María.

VIDA RELIGIOSA

El 31 de diciembre de 1915 ingresó en el Noviciado de las Hermanas del Huerto en Buenos Aires y toma los hábitos el 2 de septiembre de 1918. Durante sus primeros años como hermana, se dedica a la enseñanza de labores y catequesis en la Escuela Taller adjunto a la Casa Provincial y en el Colegio del Huerto de Buenos Aires.

LA "SANTITA" DE VALLENAR

El periodista atacameño Carlos Zepeda, en su crónica sobre la religiosa nos cuenta que en 1925 se trasladó a Mar del Plata para atender a los enfermos, lugar donde se contagió de una enfermedad pulmonar (tuberculosis), por lo que sus superioras le ordenaron trasladarse a Vallenar dado su buen clima, llegando en 1928.

Su historia en esta comuna se recuerda con amor y devoción. María Crescencia prestó servicio en el antiguo Hospital de Vallenar, llegando a ser conocida por los pacientes y la comunidad como “la santita”.

Con el paso del tiempo, se han sumado más historias y anécdotas en torno a la vida de la religiosa en la provincia del Huasco. Se cuenta que estando enferma trabajó arduamente en diversas labores con la comunidad, convirtiéndose en una figura importante a nivel social, a pesar de su humildad y bajo perfil.

Uno de sus hábitos más recordados de la Hermana era cultivar violetas, cuestión que después la encumbraría a “niveles milagrosos”.

Sor María Crescencia Pérez sufre un agravamiento en su enfermedad y es trasladada a Freirina, sin embargo, tres meses después, moriría finalmente en el hospital de Vallenar, un 20 de mayo de 1932 con 34 años de edad.

BEATIFICACIÓN

A Sor Crescencia se le atribuye la curación de María Sara Pane, quien en 1995 con 23 años se encontraba internada en el Hospital Italiano de Buenos Aires con un cuadro de hepatitis agravado por diabetes. Su aparente recuperación fue aceptado por el Papa Benedicto XVI como un milagro obra de Crescencia Pérez, y aprobó su beatificación el 19 de diciembre de 2011

La ceremonia se llevó a cabo el 17 de noviembre de 2012 en Pergamino, provincia de Buenos Aires, lugar donde vivió gran parte de su infancia y adolescencia.​ El cardenal Angelo Amato, de la Congregación para las Causas de los Santos, actuó como delegado pontificio y viajó hasta Argentina donde presidió la ceremonia de beatificación.

Hay que recordar que está vigente el proceso de canonización, lo que podría significar que en un corto tiempo, la Región de Atacama, aquella donde Sor Crescencia compartió su amor por las flores y su devoción por ayudar al prójimo, podría tener a su primera Santa.



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