8 jul 2019

COMENTARIO EN RCI : “9 y 10 de Julio de 1882. Cuando la juventud peleó y murió por Chile” (por Aldo Ortiz Pardo)

Lunes 08 de Julio de 2019.- Corrían los tiempos sangrientos de la Guerra del Pacífico. Una guerra que ponía a Chile contra dos naciones en una contienda desigual por los desmedidos intereses económicos y geopolíticos tanto de Perú, como de Bolivia. Sin perjuicio de ello, se vieron increíbles pruebas de arrojo y de heroísmo de ambos bandos, siendo los historiadores quienes mejor tienen que hablar de ello. Nosotros nos vamos a concentrar en un día, en donde nuestra Juventud Chilena, aunque usted no lo crea, peleó por nosotros y murió por nosotros.

Exactamente, usted ha acertado. Nos referimos al infame episodio de la Campaña de la Sierra, conocido como el Combate de la Concepción, en territorio peruano, donde en dos días, la vida de 77 soldados chilenos, jóvenes, patriotas, como verdaderos espartanos, no dieron la espalda al enemigo (que superaba los 1.800 entre indígenas, guerrilleros y soldados regulares).

Dos fatigosos días, donde se sumaron 17 horas de espantoso combate, en donde las fuerzas chilenas parapetadas fueron exterminadas por un enemigo numéricamente superior, el cual hizo valer su poderío no por la valentía o el arrojo de sus hombres, sino más bien por la mayoría desproporcionada de sus fuerzas y el armamento del cual el ejército había apertrechado a los indígenas y guerrilleros que simplemente hacían blanco contra los valientes soldados chilenos.

El incendio de la Iglesia del poblado marcó un antes y un después, con la muerte del Capitán Ignacio Carrera Pinto y casi la totalidad de sus hombres, quedando solamente el  Subteniente Luis Cruz Martínez y cuatro soldados más, contra la multitudinaria fuerza militar del comandante de los guerrilleros Ambrosio Salazar. “Los chilenos no se rinden jamás”, fue el grito de Cruz Martínez que quedó en la posteridad, siendo el último testimonio en vida de 77 almas que fueron a la eternidad y a la gloria no tan solo de las armas chilenas, sino de toda la sociedad nacional que con recogimiento fue testigo de su valor.

Valor que hoy echamos de menos en nuestros jóvenes. Nuestra vacía juventud, que hoy ya no vive de ideales, sino de resultados. Del tiempo de los gloriosos soldados que dieron la vida por la Patria, hoy sólo nos quedan trazas de legiones de personas individualistas encerrados en sus redes, en sus vidas, muchos más en el deseo de causar daños o destrozos que el construir o edificar. 

Hoy más que nunca debemos recordar el sacrificio de Ignacio Carrera Pinto y sus 76 hombres, 77 jóvenes chilenos que pelearon y murieron por el país, tal vez, nos recuerda otro sacrificio de jóvenes por la Patria, donde la frase “Chilenos a la Acción…. Nuestra Sangre salvará a Chile”, de los patriotas nacionalistas acallados en la Matanza del Seguro Obrero del infausto 5 de Septiembre de 1938. Nuestra juventud debe volver a creer en sí misma, en su poder de transformar y de actuar, no para unos pocos privilegiados, sino para todo un país. Donde hoy en día, creer en una sociedad libre y verdadera es ser “inhumano”, donde el rumor y el chisme campea… Allí debe ondear esa altiva Bandera Tricolor como la voz de la conciencia de Chile y recordar alguna vez que hubo jóvenes como tú, que lucharon y murieron por esa bandera. Que murieron por ti. 



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